La puesta en valor del Valle Salado de Añana no sólo está contribuyendo a preservar un Paisaje Cultural de valor excepcional, sino que es también un claro ejemplo de que la inversión en patrimonio es rentable y un poderoso motor de desarrollo económico y social para la comunidad local y su entorno.
El Valle Salado está ubicado en la Comarca de Añana, una zona rural de Álava que tradicionalmente ha vinculado su economía a explotaciones agropecuarias y forestales y, por supuesto, a la producción de sal. No obstante, en los últimos años la industria se ha convertido en un importante factor de desarrollo y se ha apostado de forma clara y decidida por el turismo cultural gracias, en gran medida, al potencial que representa el Paisaje Cultural del Valle Salado.
Además de la recuperación de la sostenibilidad y puesta en valor del Valle Salado, uno de los objetivos prioritarios del proyecto es generar recursos económicos que contribuyan a su progresiva autofinanciación y así depender cada vez menos de las aportaciones públicas. El turismo, a través de las visitas guiadas, y la producción y venta de sal están contribuyendo a ese objetivo.
Pero el Valle Salado también tiene capacidad para ser un motor de dinamización de la comunidad local y su entorno, posibilitando, en colaboración con Administraciones Públicas y agentes públicos y privados, la puesta en marcha de toda una serie de actividades y servicios que están contribuyendo al posicionamiento de la Comarca de Añana y de Álava como un destino turístico y cultural de primer nivel internacional.
En el Valle Salado pueden identificarse tres grandes áreas de actividad económica: trabajos de mantenimiento, y conservación, turismo cultural y servicios asociados, y producción de sal. Estos ámbitos están generando actividad, empleo, formación y desarrollo social de forma directa en el propio valle y de forma indirecta en el pueblo de Salinas de Añana y su entorno.