El sistema de distribución de la salmuera en Añana es realmente excepcional por su arquitectura de madera, pero también por estar basado en un sistema de manantiales y en antiguos derechos de uso documentados por escrito hace más de 1.200 años.
Los manantiales de salmuera -agua salada con unos 210 gramos de sal por litro- se sitúan en la cabecera del Valle, en su extremo sur. Un sistema de canales de madera de pino distribuye la salmuera por gravedad por toda la explotación salinera.
Los salineros de Añana idearon un sistema de distribución de canales construidos con troncos de madera vaciados. Esta red de canales tiene más de cuatro kilómetros de longitud total. Mediante diversos sistemas de sustentación, se consigue mantener la pendiente necesaria para que la salmuera discurra por gravedad a casi todos los puntos de las salinas.
De este modo, se crea un paisaje único e impactante, donde se pueden ver canales apoyados sobre el suelo o sujetos por pilares de madera que llegan a alcanzar los diez metros de altura para poder salvar el desnivel entre dos laderas.
La limitada cantidad de agua salada que emana de los manantiales y el gran número de propietarios hacían necesario regular y controlar su distribución para que hubiera agua suficiente para trabajar todas las granjas.
Durante todo el año, tanto de día como de noche, toda la salmuera que brotaba de los manantiales tenía asignado un dueño. Siguiendo un estricto horario, los salineros interrumpían el curso del agua salada de los canales principales de distribución con arcilla y durante el tiempo que les correspondía dirigían el caudal hacia sus pozos y eras.